El ópalo es potente contra las afecciones oculares, como la conjuntivitis, queratitis, glaucoma, cataratas, etc.
Protege contra problemas cardiacos, sobre todo infartos, síncopes o arritmias.
Es ópalo una piedra cambiante, dependiendo del ángulo desde el que se la mire aparecen unos reflejos u otros. Aunque tiene esa propiedad tan cambiante, es una piedra que sólo puede actuar sobre personas emocionalmente estables, en caso contrario, en personas que se encuentren dominadas por el dolor, la inseguridad o la depresión, estas emociones se verán incrementadas, por lo que puede desequilibrar por completo a la persona.
Por el contrario si una persona se encuentra serena y goza de paz interior, el ópalo la elevará a un estado de conciencia superior.