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Aguamarina

La piedra aguamarina es humilde y sencilla de corazón, es la que abre las puertas de la conciliación y la reconciliación.

Piedra madre que se mueve entre el consciente y el subconsciente y gracias a ello nos ayuda a conocernos y ser capaces de renacer, dejando atrás los errores del pasado.

Gran impulsora de proyectos y empresas, es capaz de dejar lo negativo atrás, superando todos los obstáculos que se pongan en su camino.

Tiene una energía enormemente cambiante, tan pronto está arriba como que está abajo, sube y baja como la marea, pasa de momentos de reflexión y soledad a fuertes arranques de entrega hacia el mundo.

Es piedra para el que sufre, para  el que vive encerrado, ya sea física, mental o espiritualmente, ya que es piedra que cura y ayuda a todo aquel que se haya quedado atrapado en su destino.

Es capaz de salir hasta del abismo más profundo gracias a su carácter fuerte y constante.

Es piedra emotiva, sensible, maternal, con una gran capacidad de entrega, de sacrificio y de inocencia.

No hay que abusar de esta piedra porque puede inclinarnos a la debilidad o la dependencia, en la autocompasión y la autocomplacencia. 

Es piedra que ayuda a todas las piedras y se deja ayudar por todas las demás. Es una piedra regeneradora, aunque puede pasar por zonas oscuras de la mente para sacar a la luz toda su fuerza y su poder.

Si este carácter corresponde al tuyo, no lo dudes, tu piedra mágica personal es la aguamarina.

 Colocación

Para efectos terapéuticos la aguamarina se puede colocar en cualquier parte, siendo especialmente eficaz cuando se la coloca en el hígado, la planta de los pies, la nuca, las mandíbulas, la garganta e incluso en el interior de la boca.

Colocada en el tercer ojo puede ayudarnos a bucear en el interior de nuestro ser.

Como joya o talismán de amor y de fortuna se puede llevar en cualquier parte del cuerpo, desde una pulsera hasta una corona, y desde un cinturón hasta unos pendientes. Como anillo puede ir en cualquiera de los dedos, si bien es cierto que el dedo índice es su principal aliado energético.

Piedras de apoyo

Se lleva bien con todas las piedras, ya que de todas recibe y a todas entrega, aunque tiene su mejor sintonía con la perla, el coral rojo, el coral blanco, el cuarzo rosa, la turmalina rosa, el jade, el lapislázuli y la malaquita.

También se lleva muy bien con las piedras comunes, estrellas de mar, rocas de playa, conchas marinas…

Junto al cristal de roca aumenta su potencia curativa.

Junto a la amatista aumenta el despertar de los dones y la conciencia, o bien expande, regula y potencia los dones ya manifestados.

Junto al ámbar abre las puertas del más allá, la imaginación y la fantasía, al tiempo que equilibra el ego y templa las pasiones.

Junto al rubí incide en el campo del amor, pero también regula negocios y decisiones.

Junto al diamante abre las puertas de la genialidad, al tiempo que estabiliza las ansias de protagonismo y reduce las fuentes de la vanidad.

Junto a las piedras negras protege la psique, potencia la mente y abre las puertas de los senderos profundos e interiores.

En resumen decir que puede trabajar con cualquier piedra porque es capaz de dar y recibir, pero también puede trabajar perfectamente sola, porque su fuerza y su energía son suficientes.

Salud

Sus puntos fuertes de actuación son la nuca, garganta y dientes y sobre hígado y plantas de los pies.

Muy buena reguladora endocrina, favorece el equilibrio orgánico y el crecimiento corporal.

Previene enfermedades de tipo psicosomático, ya que es capaz de purificar la sangre, los nervios y desbloquear los centros energéticos que hayan sido bloqueados por la propia persona.

Tiene una gran capacidad para alejar odios, rencores, celos y envidias, lo que evita tener una mente ocupada en malos pensamientos y malos rollos.

Suele ir muy bien para el buen funcionamiento de la circulación sanguínea de la cabeza.

Evita y previene tumoraciones, actúa de forma muy eficaz contra los virus y ayuda a la persona a fortalecer su voluntad contra todo tipo de vicios y dependencias, ya que actúa contra las tendencias autodestructivas y el autocastigo, ayudando a la persona a que se conozca a sí misma. Hay que tener siempre presente que la aguamarina siempre actúa en dos planos, el consciente y el físico, y el inconsciente y anímico.

Dinero

No se la considera una piedra de fortuna pero sí de empresas, por lo que consigue atraer ganancias a través del esfuerzo conjunto y las ideas individuales.

Aporta ilusión e inocencia, algo que se hace imprescindible para iniciar con fuerza y sin prejuicios cualquier proyecto.

Favorece la toma de decisiones, pero sin dejar de lado la parte emocional, por lo que todo lo que atrae siempre lleva una carga de amor y esperanza.

Es piedra vinculada a todo aquel que sufre, por lo que favorece a las profesiones de servicios, aquellas que se dedican a cuidar o ayudar a los demás, aquellas profesiones que están en contacto directo con los demás.

Amor

Es piedra amorosa, amor en su más amplio sentido, va desde el amor infantil hasta el amor universal, pasando por los amores platónicos, matrimoniales, enamoramientos, hasta los vocacionales.

Su forma de curar los males de amores es potenciando el amor a uno mismo, y enseñándole que el amor es libre y es reflejo de los propios sentimientos, de esta manera ayuda a romper con los lazos emocionales, para dar paso al verdadero amor, ese que todo lo da y no espera recompensa.

Rompe con los celos, la envidia, la posesión o el despecho, ya que la mayoría de las veces son fruto de inseguridades personales, que la aguamarina es capaz de disipar.

Hay que utilizada siempre con cuidado y de forma puntual, porque una sobreexposición puede alterar los sentimientos y aumentar las penas, desequilibrándonos emocionalmente.

La aguamarina nos ayuda a querernos a nosotros mismos y de esta manera hacer que los demás nos quieran igual, por lo que somos, y no por lo que tenemos o lo que parecemos.