Galería de Casos insólitos
Premoniciones
Las profecías o premoniciones más
conocidas son quizás las de Nostradamus, astrólogo y vidente del siglo
XVI, hizo muchas profecías que al parecer se cumplieron. Pero no todo el mundo
está de acuerdo con dicha interpretación.
Consideremos ésta, por ejemplo:
Cerca de la bahía y en dos ciudades habrá dos azotes como no se han visto
nunca. Hambre y peste dentro, gente expulsada por la espada llorará pidiendo
la ayuda del gran Dios inmortal.
¿Qué es lo que predice? Los partidarios de
Nostradamus opinan que se trata de una predicción de las bombas atómicas caídas
sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945. Pero nadie podría haberse servido de esta
profecía para prevenir los hechos. En otras palabras, lo que da credibilidad
a los escritos de Nostradamus es el conocimiento a posteriori.
Muchos sucesos a lo largo de la historia
como el hundimiento del "Titanic", los asesinatos de los hermanos Kennedy...,
fueron objeto de premonición.
Estos casos han formado parte de la historia y han salido a la luz por
ello, pero mucha gente tiene premoniciones y permanecen en el anonimato,
aunque a partir de ese momento cambia algo en su vida.
Como personaje más conocido quizás
sea Nostradamus, pero la profecía o premonición más exacta
quizás sea la del titanic.
El gran transatlántico que se hundió en su viaje inaugural en 1912, con numerosas
pérdidas en vidas humanas.
En una novela publicada en 1898 y escrita por un
autor poco conocido, Morgan Robertson, se predecía el desastre con increíble
exactitud.
La novela de Robertson trataba sobre un barco de 70.000 t, el transatlántico
más seguro del mundo, que chocaba con un iceberg en el Atlántico durante su
viaje inaugural, se hundía y la mayor parte de sus 2.500 pasajeros morían
porque, increíblemente, sólo llevaba 24 botes salvavidas, menos de la mitad
de los necesarios para evacuar a los pasajeros y la tripulación.
El 14 de
abril de 1912 ocurrió la tragedia real, mientras el Titanic, de 66.000 t,
cruzaba el Atlántico en su viaje inaugural. También chocó contra un iceberg
y se hundió. Y, como el transatlántico de la novela, no llevaba suficientes
botes salvavidas -de hecho sólo eran 20- y la mortandad fue terrible. De las
2.224 personas que viajaban en la lujosa nave, 1.513 perecieron en las heladas
aguas.
Robertson casi había acertado incluso en el nombre del barco, pues
al de su novela lo denominó Titan.
Otra obra de ficción sobre una tragedia
similar había aparecido en una publicación londinense unos años antes. Su
autor fue el distinguido periodista W. T. Stead, quien añadió una nota profética
al final de la historia: "Esto es exactamente lo que podría suceder, lo que
sucederá, si las naves zarpan con pocos botes salvavidas." Por una ironía
del destino, Stead fue uno de los pasajeros del Titanic que murieron en el
naufragio.
Sin embargo, estos casos son poco frecuentes, y
por cada predicción que se cumple hay quizás un millar equivocadas.
¿Pero y las que se cumplen? Quizás el problema
es que pocas veces somos conscientes de que lo que nos viene a la cabeza es
realmente una premonición, creemos que es pura imaginación, y
es que no hay nada que nos indique que esto que pensamos ahora es una premonición
y no una simple fantasía. ¿o quizás sí?