Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia de navegación y realizar tareas de analítica. Puedes ver nuestra política de cookies aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
   

Pregunta al Tarot GratisTu carta del Tarot para hoySueños Recetas mágicasFases lunares Horóscopo AztecaCompatibilidad con tu pareja Horóscopo diarioBiorritmos
TaoSantoralI-Ching Tu nombre en egipcio La energía de las pirámides Feng Shui Runas La Bola de Cristal Galletitas de la suerte

Curso de Quiromancia
(1 Parte)


por Eli Lanma


La Quiromancia es la ciencia que estudia la mano como medio de interpretación del carácter y la personalidad de los seres humanos.

El prefijo quiro deriva del término griego que significa mano. La Quiromancia, o lectura en la palma de la mano.

El estudio de las líneas de la palma es la forma más usual de la palmología y puede ocupar una parte excesiva del interés de un investigador.

Los libros de anatomía les llaman líneas de reflexión y sugieren son solo el resultado del pliegue de la carne de la palma.

La verdad es que la carne de la mano se pliega precisamente por donde las líneas han abierto unos caminos más convenientes.

Las líneas muestran los caminos habituales del pensamiento y los cambios de dirección y textura cuya variación se estabilice en el modo de pensar. Por lo tanto, la actitud presente e inmediata de la mente, las memorias del pasado y las esperanzas del futuro podrán ser leídos en ellas, pero el futuro real, salvo en escasas condiciones excepcionales, es impredecible.

¿Cuál es la causa entonces de que aparezcan líneas en las manos y los pies?

Se sabe que las manos están cubiertas por miles de diminutos nervios que encuentran su terminación cortical en las células nerviosas de lo surcos centrales, o fisura de Rolando que dividen el cerebro como si se tratara de una nuez.

Descubrimientos recientes sugieren que todos los mensajes a la inteligencia llegan por la columna vertebral y sus ramificaciones hasta el cerebro; los que requieren nuestro conocimiento, memoria, aceptación, acción considerada, etc., siguen hasta la parte frontal del cerebro o <área oscura>, como suele llamársele, cruzando así la zona de las terminales de los nervios que van a las manos.

Todos esos mensajes son básicamente impulsos eléctricos. Por lo tanto la electricidad de una persona que entre en una habitación, es suficiente para poner en marcha un dispositivo o instrumento. Confirmando la presencia de potencia eléctrica en el cuerpo.

A lo largo del presente estudio, analizaremos las líneas de las manos, pero debemos empezar con la certeza de que cambian en las dos manos. En un tiempo pasado, los palmologos pensaban que las líneas de la memoria eran estáticas, pero un ejemplo dramático demostrará que nuestra actitud ante los recuerdos puede cambiar las líneas.
Las líneas de la mano pueden distinguirse a las ocho semanas: primero la línea de la vida, luego la línea del corazón y finalmente la línea de la cabeza.

Los recién nacidos suelen mostrar el esquema general de la madre, pero en solo tres líneas principales. Pueden mostrar el temperamento heredado, especialmente en la yuxtaposición bajo el primer dedo en las líneas de la cabeza y de la vida, pero esa peculiaridad no es una norma y sólo tiene un interés genético y para los padres.

Las líneas deben ser claras y de un color conveniente para la piel de la palma. Las manos europeas suelen tener líneas ligeramente más sonrosadas, las manos de dorsos negros tienen palmas sonrosadas con líneas negras, y las manos aceitunadas tienen sus propio matiz de seta.

Las líneas deben tener una profundidad y resistencia en relación con el peso de la mano, y han de estar libres de distorsiones, rupturas, islas y raeduras. Este ideal, sin embargo, no se consigue con frecuencia.

Cuando las líneas son estrechas y profundamente cinceladas se producirá una fragilidad temperamental. Las personas que las poseen tienen un solo propósito y un pensamiento incisivo, pero es demasiado intenso y puede romperse si trabajan demasiado o son excesivamente estimuladas.

Las líneas poco profundas y anchas muestran un temperamento algo superficial cambiantes. Resulta difícil reconocer en las huellas si las líneas son profundas o están extendidas por la presión, o si son anchas por naturaleza; sólo la experiencia nos puede dictar la diferencia.

Cuando las líneas parecen difuminadas, como si hubieran sido lavadas, nos advierten de una grave deficiencia mineral que será tratada extensamente. La palidez de color y la situación en que las líneas de una mano estirada parecen estar asentadas en un valle pálido o blanco revelan un mensaje semejante.

Una mano con pocas líneas no posee una gran representación cortical de su sistema nervioso. Es posible encontrar ejemplos extremos en las manos de africanos entre los cuales incluso recién nacidos pueden sobrevivir a quemaduras que matarían por la impresión a un europeo. Es frecuente que esas personas tengan grandes dificultades para localizar un dolor cuya manifestación no sea visible y que, si su imaginación no interviene, se recuperen de las operaciones de modo totalmente sorprendente.

Las islas muestran una mente dividida. Piénsese en una serie de impulsos eléctricos que cruzan la divisoria en dos caminos, en

, constituyendo la base de una situación preocupante. Analizando el resto de la mano, donde cada línea muestra su actitud especial ante la distorsión, deberá deducirse si las dos mentes son producidas por amistades personales o por un estado de mala salud.

Los pequeños cortes a lo largo de las líneas sugieren tensiones internas que detienen el flujo de impulsos nerviosos autonómicos y, en consecuencia, también el flujo de los jugos corporales.

Los pequeños puntos sobre las líneas tienen un significado muy similar. Se ha sugerido que los cortes indican molestias, un contratiempo exterior a uno mismo, mientras que los puntos provienen de las tensiones propias y afectan a la salud.

Las borlas aparecen también al final de las líneas y nuevamente ha de considerarse su colocación, pero el efecto general es el de una disipación de la energía representada por la línea.

Las raeduras disipan también la energía, pero cuando una línea es continua, de modo que las raeduras sólo están formadas por pequeñas ramas, la condición se limita a indicar una variedad de intereses.

Cuando la línea no es continua sugiere que su función se ha visto interrumpida o desconectada, por lo que se debe estimular a su poseedor para que se esfuerce en concentrar sus energías, lo que ha de acompañarse de una cuidadosa investigación de sus salud.

Estas normas generales sobre las líneas pueden aplicarse siempre que aparezcan éstas, incluso aunque se encuentren en localizaciones y direcciones no convencionales. Todas las zonas de la mano, montes, dedos, etc., se relacionan con una parte de la personalidad. La fuerza y profundidad de las líneas muestran la conciencia cortical de esa faceta en el momento de la vida del poseedor en quien se efectúa el estudio.

Siguiente capítulo : La linea de la vida