La casa tiene una orientación Oeste, en el idioma azteca se llamaba calli y se hallaba unida al número 3.
Su posición indicaba "inclinada hacia el lado que se encuentra", debido a que prefería el ocaso del Sol y la llegada de la noche. Por lo tanto acogía a todo aquello que declinaba.
En los antiguos manuscritos se la representaba con un árbol florido que había sido partido por la mitad. También en el Oeste vivían las madres, que después de haber "parido" muchos hijos buscaban un refugio tan necesario para su vejez. No obstante, con ellas iba la tradición, la cultura y el saber que todos decían respetar y, especialmente, conocer ya que constituía la base del progreso. La casa se halla reservada a la mujer en particular, y encierra todas las actividades domésticas: limpieza, elaboración de las tortas de maíz y de las comidas, tejido de las ropas, educación de los niños, etc.
Resumiendo, este signo resulta muy ventajoso para el sexo femenino. A los hombres casa les corresponde algo negativo; son jugadores, derrochadores de sus bienes, tramposos, lujuriosos y poco dados al trabajo.
En un aspecto general, diremos que todos los seres humanos casa tienden a ser hogareños y suelen morir en su propio lecho. Gustan de las veladas tranquilas y adoran a sus ancianos. Les apasiona el saber y respetan las tradiciones.
En resumen, disponen de un talento conservador y son conformistas. Además, odian los viajes y comunican una atmósfera de paz a las personas que se encuentran a su alrededor.