El águila era el animal más venerado por los aztecas debido a su doble personalidad solar.
Su figura alada concedía imagen a las entidades divinas y celestes del Sol. Luego el hecho de que el águila permitiese que el mundo pudiera disfrutar del amanecer le atribuyó los mejores méritos.
El escudo nacional de México actual la tiene en su centro.
Sus plumas servían como "condecoraciones" que se concedían a los guerreros más valerosos, a los que se llamaba "caballeros águilas". Por lo tanto estamos describiendo el signo del valor y la fortaleza en su sentido más viril, luego son netamente masculinos. Cualidades de los jefes y los líderes. Ante los riesgos que a los demás acobardan los individuos águilas siempre salen victoriosos.
Emplean la inteligencia en la mayoría de las situaciones, se anticipan a sus competidores y se muestran incansables en la búsqueda de sus objetivos.
Hemos de considerarlos muy osados en el terreno amoroso y sexual, porque disponen de una innata capacidad de seducción. No les importa pasar por zalameros y aduladores; además, son fanfarrones ante las mujeres.
"El águila es capaz de mirar al sol de frente" decían los sabios aztecas. En efecto, estas personas cuentan con un orgullo legítimo. Suele ocurrir, al mismo tiempo, que sean muy críticos con las personas que les rodean; además, muestran desprecio ante los méritos ajenos. Hay que mantenerse vigilantes a este respecto.
Si tenemos en cuenta que el águila es un signo del Oeste, por donde se pone el Sol, conviene resaltar un sentido del "ocaso"; es decir, todos los triunfos pueden ir deslizándose hasta su final sin que estas personas puedan evitarlo.
Cuidado con los celos, la avaricia y el sentido de la posesión.