Es una parte muy importante en la casa. Es la primera vista y la última de nuestra casa y con ella las primeras y últimas sensaciones que nos llevamos, tanto para nosotros como para nuestros invitados. Marca la transición entre el estado de conciencia de fuera de casa y el de dentro. |
La forma en que se resuelve el área de recepción refleja nuestra empatía, nuestra actitud hacia los demás y hacia nosotros mismos.
El Universo es una puerta de ida y vuelta: recibimos aquello que damos.
Cuando entramos en casa el primer espacio que nos encontramos nos ha de dar la bienvenida, debe hacernos sentir "EN CASA" con mayúsculas.
Para conseguir este ambiente de bienvenida se deben colocar cosas que signifique protección y buen chi para los que habiten la casa.
Se ha de recordar que la energía, ya sea positiva o negativa, va a ingresar por esta entrada con las personas que entren y salgan por ella. Para que la energía que entre sea la positiva y al salir se quede fuera la negativa, debe conseguir el ambiente en esta zona que le haga sentir lleno de amor, paz interior y pensamientos positivos.
Si al llegar a su casa lo invaden sentimientos de disgusto, desarmonía o tristeza, USTED LE ESTARA ABRIENDO LA PUERTA A ESTAS ENERGIAS NEGATIVAS PARA QUE SE INSTALEN EN SU HOGAR.
Es necesario dejar fuera los problemas y preocupaciones que puede darnos el día fuera de casa y entrar en un sitio donde nos sintamos felices, seguros y protegidos.
La iluminación en esta zona es muy importante, nos dará mucha energía, nos sentimos estimulados por la luz.
Coloque cerca de la puerta, sin obstaculizarla, un lugar en donde dejar lo que trae en la mano, al menos las llaves de la casa.
Se pueden poner, si se puede, fotos de la familia que nos hagan sentir que estamos en casa, felizmente en casa. Las flores naturales también es un buen recibimiento a nuestro hogar.
Los espejos frente a la puerta no son recomendables pues reflejarán y expulsarán hacia afuera lo que entre, tanto lo positivo como lo negativo, pero si son recomendables en los laterales para poder echarnos el último vistazo cuando salimos de casa.
La entrada debe estar despejada, ni los muebles ni los objetos decorativos deben obstaculizar la entrada.
No es sitio para facturas impagadas, almecén de cartas sin abrir, elementos de trabajo ni fotografías de antepasados ya fallecidos.
Si su casa no tiene recibidor, intente como en otras habitaciones donde se comparten zonas, delimitar virtualmente un pequeño recibidor.
Por ejemplo con un pequeño felpudo o alfombra delimitarás la zona de entrada, a un lado se puede poner un pequeño mueble tipo columna donde dejar las llaves cuando entres, de esta forma estás delimitando la entrada, aunque directamente se entre al salón, tendrás tu pequeña entrada y con ella tu bienvenida a tu casa, dejando fuera lo que debe estar fuera, la mala onda.
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