En los capítulos anteriores hemos visto como se debe construir una frase para que nos haga efecto, sin embargo el gran mérito de que todo nos salga bien, no es gracias a la frase en sí ni a su contenido, aunque como ya hemos aprendido tampoco carece de importancia, sino es gracias a la fe o creencia que depositamos en que esta frase construida por nosotros va ha funcionar de verdad. El empeño hace mucho, esa insistencia en nuestro inconsciente, al final dará resultado y obtendremos aquello que más deseamos, pero si no hay creencia en nuestra frase, y no insistimos lo suficiente raramente puede funcionar. La vida en sí es prácticamente igual para todas las personas, cuando hay un objetivo que queremos cumplir en la vida, siempre marcamos metas más pequeñas, y cada triunfo de estas metas supone un paso más hacia la consecución de ese objetivo marcado. Pues nuestra estima funciona de igual modo, tenemos que ir consiguiendo metas pequeñas para finalmente alcanzar nuestro objetivo, que en este caso es tener un mayor control de nuestra estima, lo que potencia nuestras ganas de vivir y nos hace ver que la vida no es tan monótona como realmente parece, sino, que hay mucho más y solo depende de nosotros el querer descubrirla o bien, el dejarla como está. Al iniciar este curso conmigo, me imagino que tu meta es descubrir los nuevos y maravillosos momentos de la vida que desconoces, ya que si no es así, hubieras dejado de leerme hace mucho tiempo.
Seguramente que a estas alturas de curso, tengáis en vuestra mente muchísimas preguntas y sobretodo contradicciones. Pues bien, este capítulo vamos a dedicarlo a responder estas preguntas, pues son las que yo personalmente me formulé en su momento y de las que ahora, tras un gran periodo de pruebas y búsqueda he llegado a la conclusión de que no cambia el mundo, sino que cambio yo.
- ¿Como es posible que el vecino del quinto, una persona que hasta ahora la he tachado de "desagradable y mal educado" por no saludarme por las mañanas siempre que lo veo, a ahora que no pasa un solo día sin que me pare y me pregunte como estoy ?.
Es fácil, cuando leemos el merecimiento y hemos conectado con nuestro niño interior nos damos cuenta de que la vida no se basa en "dar para recibir" que es lo que hemos aprendido de nuestros padres, y en términos generales de nuestra cultura, incluso de la creencia de la iglesia "ojo por ojo". Cuando se nos van esos temores al "no recibir a cambio", todo nos llega por sí solo. He aprendido que haciendo lo que me apetece recibo una mayor calidad en mi vida que no esperando lo que quiero recibir. Estoy de acuerdo que todas las personas deben "sembrar el campo para recoger los frutos", pero no de la forma en que nuestros padres nos han enseñado y que a su vez han aprendido de los suyos, sino de una forma más alegre, es decir, "siembro, se que saldrán frutos, pero no los espero, pues mi principal alegría es sembrar". Si cada día saludo a mi vecino con mi estima alta, lógicamente el vecino acabará saludándome y mi manera de ver a dicho vecino cambiará. Ya no pensaré que es desagradable, sino que pienso que es una pobre persona "incomprendida" por los demás así como yo no entendía su manera de ser al principio. Ahora mi vecino es una excelente persona. No ha cambiado él, ni siquiera ha cambiado su comportamiento hacia mí, el único que ha cambiado he sido yo.
- ¿Como puede ser que mi trabajo de todos los días, tan aburrido que era antes, sea ameno ahora?
El mero hecho de decir "tengo un trabajo que me gusta realizar y está muy bien pagado" cambiará nuestra forma de ver las cosas, a partir de aquí nuestro trabajo será muy importante para nosotros y eso se verá reflejado en nuestro rostro. Los jefes que vean nuestra alegría en el trabajo optarán por dotarnos de un ascenso o bien un cambio de puesto de nivel superior, ya que ven que nos tomamos el trabajo en serio y con alegría. En caso de no producirse el cambio en la misma empresa, automáticamente nos llegará información de otras donde podamos optar a un puesto mucho mejor pagado y con mejores condiciones. Puede ser que este hecho se considere afortunado e incluso casual, pero en todos los años que no he hecho el merecimiento, es decir, en el tiempo en el que no me he valorado, no me ha ocurrido nada.
- ¿Es posible que este año me haya resfriado menos, tenga menos alergias o mi enfermedad se haya curado por sí sola o bien haya disminuido?.
Sí que es posible, científicos de todo el mundo no paran de decirnos que las enfermedades y los contagios afectan a unas personas y a otras no. Aquellas personas que quedan afectadas, tienen mayor probabilidad de curación o mayor calidad de vida las que tienen una mayor autoestima que no las que no la tienen. Para cualquier enfermedad tu principal "arma de ataque y defensa" es tu estima. Si tienes una enfermedad y tu estima es alta, verás como esa enfermedad casi no te afecta en tu calidad de vida, irás al médico y creerás que las medicinas o los fármacos que te dan para combatirlas son "milagrosas", pero realmente lo milagroso está en tu interior, no fuera.
- Antes me preocupaba la economía y siempre me veía apurado para llegar a final de mes, sin embargo ahora hasta puedo permitirme el lujo de ahorrar. ¿Qué ha pasado?.
Simplemente que se ha descubierto una nueva manera en la que nuestro inconsciente administra, es decir, el hacer un cambio de creencia como "no llego a final de mes" a esta otra "siempre tengo dinero en mi cuenta de ahorro" hay una diferencia muy grande. Tu inconsciente ha obedecido la orden de tu mente y se ha puesto a trabajar en ello para que siempre tengas dinero en tu cuenta de ahorro y como consecuencia nunca te falte economía. A veces puede ir muy ligado a nuestro trabajo, podemos recibir un aumento de sueldo, lo que supone un ingreso "extra" en nuestra mensualidad o bien un cobro en una lotería e incluso la oportunidad de que nos ofrezcan un nuevo empleo con mayor salario y por tanto conseguir el objetivo marcado por el inconsciente "siempre tengo dinero en mi cuenta de ahorro". Recuerda siempre que el que ordena es tu mente y el que obedece es tu inconsciente, este a su vez siempre consigue lo que quiere, por tanto, la consecuencia de haber conseguido algo no viene tu tu inconsciente sino de la orden de tu mente.
Hola :
Tengo 44 años y llevo casada 24, tengo un hijo de 21, y les escribo no se si para desahogarme con alguien o por alguna razón, para ver si me aconsejan. No estoy enamorada de mi esposo, lo quiero mucho y llevamos tantos años juntos que no se que hacer, por otra parte él no tiene familia y me da pena dejarlo y que se quede solo, pero no tengo ilusión de nada. Además hace alrededor de 2 años que ya no nos llevamos tan bien, pues el siente celos de todo, casi no salimos, solo a trabajar y a casa de mi familia, no se que hacer estoy un poco desesperada porque siento que se me esta acabando la juventud y no hago nada para arreglar esto.
Una lectora
Respuesta
Estimada y amiga lectora la juventud no se acaba hasta que nosotros le ponemos fin, no es de extrañar que gente son más de 60 años se sienta joven, y gente con tan solo 30 crea que ya no vale para nada. El problema que tienes en este momento es muy sencillo, prefieres "sufrir tú a que no sufran los demás" y creo que eso es un grave error. Creo recordar que este mismo caso le pasó a una lectora en la cual no quería dejar a su marido por miedo a la imagen que se podían crear los niños ( de menor edad ) de ella. Aparte de que tu hijo es adulto ( 21 años ) ya es capaz de ver las cosas desde otra perspectiva, sabe lo que es el amor pues seguro que se ha enamorado más de una vez. Referente a ti, tu marido no debe darte pena, con este pensamiento sufrirás tú, y colateralmente también lo hará él. ¿Crees que tu marido no se dará cuenta de que no hay amor entre vosotros?, eso se nota, y aunque no diga nada, ya puede estar sufriendo. No te hagas una imagen de las antiguas creencias "que va a ser de ti si le dejas", "si no fuera por este hombre no tendrías nada" o simplemente "que dirán los vecinos, sus padres, el párroco, tu hijo...". Debes romper con estas creencias ya. No esperes a que las cosas se alarguen, es sufrir más y perder el tiempo. La mejor manera para iniciar el paso a tu seguridad es hacerle ver a tu inconsciente que prescindes de tus creencias y no temes separarte de los demás, porque tu marido, también tiene derecho a vivir su vida y si está contigo sufriendo al igual que lo haces tú, es mejor que cada uno vaya por separado. Te recomiendo el ejercicio de estima que te servirá para aclarar tus ideas y también sería positivo el construir una frase para tu situación.
"MI VISIÓN INTERIOR ES CLARA Y DESPEJADA. ESTOY SEGURA Y A SALVO CUANDO EXPRESO MIS SENTIMIENTOS"
J. J. Benítez nos describe en detalle el amor que un solo hombre puede transmitir a todo un mundo, en los cuales están regidos por leyes y creencias propias de sacerdotes donde solo miran como interés su propio poder. Hablo de nuestro maestro, quien no nos obliga, pero si nos aconseja. Benítez nos relata la historia de Jesús y sus últimas semanas de vida. Es una obra maestra que merece una especial atención y hace reflexionar sobre todo lo que estamos dando en este curso de estima.
Eran las once de la mañana. Los mercenarios soltaron las cuerdas
y a duras penas apoyaron la espalda del prisionero contra la columna
que había servido para la flagelación. Uno de los soldados se colocó
por detrás del mojón, procurando sostener por los hombros el maltrecho
cuerpo de Jesús. El gigante, con las piernas extendidas sobre el pavimento,
respiraba aún con dificultad, acusando con esporádicos estremecimientos
el sinfín de puntos dolorosos. Aquellos temblores fueron haciéndose
cada vez más intensos y continuados y temí que la fiebre hubiera hecho
presa en el maestro. No me equivocaba...
CABALLO DE TROYA. J. J. Benítez.
En este capítulo hemos aprendido algunos de los efectos que se suelen dar cuando la persona tiene la estima alta o bien está asimilando el cambio. Pero ahora que sabemos que todo aquello que no nos gusta se puede cambiar, debemos saber perdonar y olvidar, y es en eso precisamente en lo que dedicaremos los próximos capítulos.
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