La selenita como su nombre indica, es una piedra muy vinculada con la Luna y por extensión con un gran carácter femenino y acuático, que la hacen idónea para la meditación sobre todo para aquellas personas apocadas o temerosas, el sueño, la memoria y los poderes de telepatía y clarividencia.
Tiene propiedades similares a la perla, contribuye a serenar las reacciones emotivas violentas, permite alcanzar planos más elevados de la realidad, e incorporarlos a nuestra conciencia.