El citrino es muy apreciado, aporta esperanza y gozo de vivir, ya que su energía se asocia a la solar, aportando gran optimismo y elevando el nivel de autoestima.
Armoniza el cuerpo mental con el físico.
Es muy recomendado para casos crónicos de hígado, bazo, páncreas y vesícula biliar.
Reactiva la actividad intelectual agotada por problemas o esfuerzos continuados y, resulta ideal para los estudiantes en épocas de exámenes o personas que deben completar tareas intelectuales en planos determinados.
Junto con el cuarzo rosa o con amatista y rodocrosita, sumergidas en agua para beber, son la combinación perfecta para aportar paz y serenidad y ahuyentar la ira, la envidia y los celos.